'La Linterna Mágica’

Un cuento donde el coraje y la amistad conducen a Lucas por las enigmáticas estancias de un castillo hechizado.

CUENTO

Tristán

2/26/20243 min read

En un rincón mágico del mundo, había un pequeño pueblo escondido entre altas montañas y un bosque antiguo. Se decía que, envuelto en niebla, yacía un castillo olvidado, lleno de secretos y aventuras. Aquellos que cruzaban el bosque decían escuchar susurros entre los árboles, como si escondieran historias por descubrir.

Lucas, un niño de cinco años del pueblo, era conocido por su valentía y curiosidad. Tenía ojos brillantes como las estrellas y una linterna mágica que nunca dejaba. Esta linterna tenía el poder de iluminar no solo el camino, sino también de revelar mensajes ocultos en el castillo. Siempre que la luz de su linterna tocaba un cuadro o un tapiz, estos cobraban vida, mostrando imágenes y figuras que parecían contarle historias fantásticas.

La linterna de Lucas no era un objeto común. Su luz era suave y dorada, y parecía emanar un cálido resplandor que hacía sentir a Lucas protegido y acompañado. Cuando la encendía, sus alrededores se transformaban, mostrando detalles invisibles para los demás. Las sombras parecían cobrar vida, y en cada rincón que iluminaba, surgían pequeñas revelaciones: palabras secretas grabadas en las paredes, huellas antiguas de criaturas mágicas y símbolos que solo alguien con un gran corazón y curiosidad podría entender. Esta linterna especial era su mejor amiga, su guía y el secreto que hacía que cada aventura pareciera aún más mágica.

Juntos, Lucas y el Pegaso recorrieron el castillo y descubrieron una antigua puerta cubierta de enredaderas luminosas. Al cruzarla, encontraron una esfera de luz atrapada en una prisión oscura. Lucas entendió que su misión era liberar aquella luz para que iluminara el pueblo.

"Para liberar esta luz," dijo el Pegaso, "debemos entender la esencia de la verdadera amistad."

Compartiendo historias de confianza y valentía, Lucas y el Pegaso crearon un lazo que iluminó la esfera, y juntos lograron disipar las sombras que la aprisionaban. La esfera, ahora libre, iluminó todo el castillo, y con ella, Lucas y el Pegaso regresaron al pueblo, donde la luz se extendió por las calles, llenando de esperanza y alegría a todos.

Un día, Lucas decidió explorar el castillo. Al acercarse, la luz de su linterna hizo que las grandes puertas se abrieran lentamente, dándole la bienvenida a un lugar donde cada rincón guardaba un misterio. Mientras avanzaba, observó sombras danzantes en las paredes y figuras que parecían cobrar vida solo para él.

"Lucas, emocionado, compartió su experiencia: "La amistad y el coraje son las luces que guían en los momentos oscuros. Con un amigo a nuestro lado, ningún desafío es imposible."

Desde ese día, la historia de Lucas y el Pegaso fue recordada en el pueblo como un recordatorio de que, con valentía y buenos amigos, siempre es posible encontrar la luz en medio de la oscuridad.

“La Linterna Mágica de Lucas"

-FIN-

Durante su exploración, llegó a una sala donde encontró a un Pegaso atrapado en una jaula mágica. Con sus ojos llenos de esperanza, el Pegaso miró a Lucas, y este, decidido, iluminó la cerradura de la jaula con su linterna, liberando al majestuoso ser alado. "Gracias, pequeño amigo," dijo el Pegaso con voz suave. "A partir de hoy, seré tu compañero de aventuras."

TrIstÁn